Para no llegar a los golpes
Perú se ha vuelto tristemente célebre en los últimos años por ser un país donde se golpea y hasta asesina a las mujeres. La prensa ha hecho un gran trabajo en hacer que esta situación parezca totalmente descontrolada y de todos los días. Todavía pienso que exageran intencionalmente, pero esa ya es otra historia.
Lo importante hoy es que sí hay situaciones en la que los hombres peruanos necesitan pensar un poco mejor las cosas. Un desacuerdo con su pareja lo puede tener cualquiera y por un sinnúmero de razones. Pero un hombre tiene que ser hombre y, primero y por sobre todas las cosas, saber manejarlas.
Si a ello le sumamos que toda mujer espera que su pareja, su hombre, sea precisamente eso: un hombre, entenderás por qué decidí dedicar una página de esta web para hablar de este punto. Ella no quiere un niño más a quién cuidar ni un engreído a quién corregir. Quiere un hombre, un buen hombre. Y para tener un Perú mejor tú necesitas ser eso.
- Si ella se molesta, no es motivo para seguirle el juego.
- Si ella grita, no es motivo para gritarle.
- Si ella te amenaza, no es motivo para devolverle la amenaza.
- Si te saca la vuelta o no es para ti, termina la relación y punto. No hay necesidad de hacer nada más.
Pero llegar a los golpes es algo que un hombre no debería hacer jamás… más que por «caballerosidad», porque, como hombres, tenemos una misión en la sociedad peruana: garantizar que las mujeres y niños de nuestro país caminen tranquilos por las calles.
Porque si no somos nosotros, los hombres, quienes les garantizamos eso, ¿entonces quién?
Hasta la próxima.